¿Por qué algunas mujeres tienen dificultades para proyectarse en puestos de alta responsabilidad? ¿Por qué es difícil para algunas navegar en las dinámicas políticas de su organización? ¿Por qué la adopción de una postura de autoridad ajustada puede ser un desafío para algunos talentos femeninos?
Estas preguntas a menudo plantean el problema del complejo de poder. El complejo de poder es un término utilizado para describir los sentimientos de ansiedad, duda o incomodidad que una persona puede experimentar cuando se enfrenta a situaciones que implican el ejercicio de la autoridad o la toma de decisiones influyentes. Este complejo puede manifestarse de varias maneras, incluyendo el miedo al fracaso, la incapacidad de asumir responsabilidades de liderazgo, o la vacilación a usar la autoridad de manera apropiada. Es importante aclarar que el complejo de poder afecta tanto a hombres como a mujeres. En Talentis, llevamos muchos años acompañando a los talentos femeninos en el éxito de sus carreras. Trabajar en su complejo de poder para asumir sus ambiciones y alcanzar sus objetivos forma parte de las competencias que se desarrollan en nuestros programas.
En este artículo, descubre cómo superar el complejo de poder.
Para superar el complejo de poder, es esencial redefinir tu relación con el poder y desarrollar una visión positiva del mismo. Aquí te explicamos cómo hacerlo:
A menudo, el poder se percibe negativamente, asociado con la dominación o la coerción. Sin embargo, es crucial verlo desde otro ángulo: como una herramienta para realizar proyectos, tomar decisiones importantes y transformar los procesos organizacionales. El poder, cuando se ejerce de manera ética e inclusiva, puede convertirse en un motor de cambio positivo.
Para desarrollar eficazmente tu liderazgo, es esencial ajustar tu postura de autoridad sin dejar de ser auténtica. Aquí te explicamos cómo lograrlo:
Ser auténtica es clave para establecer una autoridad respetada. Los líderes que son genuinos en su papel y no tratan de imitar un estilo de liderazgo que no les corresponde son generalmente más respetados. Asume plenamente tu rol de líder manteniendo tus valores y personalidad, lo que te permitirá ganar credibilidad y confianza.
Un buen líder sabe ser firme en las decisiones y orientaciones (el fondo), mientras es flexible y comprensivo en la manera en que se comunican y ejecutan esas decisiones (la forma). Esto significa saber decir no cuando es necesario, pero también escuchar y adaptar tu enfoque según las necesidades de tu equipo. Esta flexibilidad evita un autoritarismo rígido que puede ser mal percibido y perjudicar el compromiso del equipo.
El liderazgo no debe confundirse con el autoritarismo. Un líder autoritario impone sus decisiones sin consulta ni explicación, lo que puede generar resentimiento y resistencia en el equipo. Al contrario, un líder eficaz utiliza su autoridad para inspirar y motivar, explicando las razones detrás de las decisiones e involucrando a los miembros del equipo en el proceso de toma de decisiones.
Un buen líder sabe encontrar el equilibrio adecuado entre firmeza y empatía. La firmeza permite alcanzar los objetivos y buscar la excelencia, mientras que la empatía muestra que te preocupas por los miembros de tu equipo como individuos. Esto fomenta un ambiente de trabajo positivo y productivo, donde los empleados se sienten valorados y comprendidos.
La forma en que comunicas tus decisiones y expectativas es crucial. Una comunicación clara y transparente ayuda a evitar malentendidos y demuestra que eres una líder confiada y en control. Expresa claramente tus expectativas, las razones detrás de tus decisiones y mantén una apertura a los feedbacks. Esto refuerza la confianza y el respeto dentro del equipo.
Considera la competencia relacionada con el sentido político como esencial en los puestos de responsabilidad. Aquí te explicamos cómo hacerlo:
Determina qué te impide desarrollar tu sentido político. Una vez identificados los obstáculos, aprende a superarlos.
Observa y pregunta para entender las reglas implícitas de tu organización. Adáptate a estos códigos para demostrar que formas parte del grupo. Cada organización tiene sus propias reglas, y estas pueden cambiar si cambias de puesto o de empresa.
Para terminar y para superar definitivamente el complejo de poder, nunca olvides que eres observada, vista en tus palabras, en tus acciones, en tus logros. Por lo tanto, cuida tu reputación, cuida tu imagen y especialmente tu forma de hablar. Identifica lo que debe decirse, lo que no debe decirse, a quién decirlo y cuándo decirlo. Sin olvidar cómo decirlo. Si adoptas todas estas buenas prácticas, podrás proyectarte en el trabajo de tus sueños y llegar a donde quieras ir cuando quieras ir.
Desde hace más de 15 años, Talentis acompaña a numerosos grandes grupos en la implementación de políticas de diversidad. Organizamos seminarios para permitir a las mujeres talentosas desarrollar su liderazgo y darle a su carrera la dimensión que merece.
¡No dudes en contactarnos si también deseas acelerar la diversidad en todos los niveles de tu organización!
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